martes, 22 de diciembre de 2009

INTERLUDIO



No quiero que seas como yo soy
Ni yo quiero ser como tu eres .

Quiero
que escribas tus palabras encima de mis versos.
Y escribir sobre tus versos
mis palabras.

Que escribamos nuestras notas
en una misma partitura
repleta decorcheas,
semicorcheas
fusas
y
semifusas.

No te quiero imitar,
quiero
escribir mis palabras encima de tus líneas
y que escribas sobre mis líneas
tus palabras.

Quiero
que nos bañemos juntos en el mismo río
y seamos agua los dos.

Las aguas que caminan serenas hacia un mismo pantano
O hacia un mismo mar.

O las del lago profundo
que dan de beber a la Tierra y a los hombres.

No te quiero imitar
quiero ser tu.

No quiero que me imites.
Quiero que tú,
seas yo.

Y que tu poema y mi poema
sean el mismo
poema.



Imagen: Eugenio Zampighi

Título: Concierto privado

miércoles, 2 de diciembre de 2009

LAS SIESTAS EN EL CIELO




Las siestas en el cielo, no pueden ser como en cualquier otra parte.
Porque en el cielo es donde se procrean los ángeles.


Las siestas en el cielo, tienen que ser azules, calmadas, dulces, suaves, satisfechas. Con un tenue color amarillo y un cierto sabor a canela .


Como una taza de arroz con leche, o como bañarse en un estanque.


Las siestas en el cielo, tienen que ser con sábanas blancas, con encajes y cojines de seda, y bordados que no se ven, debajo de la colcha.


Las siestas en el cielo, serán con sábanas de lino, y con amantes dulces y tiernos de cuerpos fuertes y brazos poderosos. Como si estuvieran sacados de los frescos de la Capilla Sixtina.


Las siestas en el Cielo, siempre se hacen con la puerta abierta, porque sólo puede entrar Dios . Y Dios estará muy contento de vernos tan felices, pues para eso es Dios, que es quien más nos ama.


Seguro seguro, que las siestas en el cielo tienen que ser de otra manera.