martes, 26 de febrero de 2013

El Grito



Gritó y gritó y gritó.
Hasta no poder más. Hasta desgañitarse. Como nunca jamás en su vida había gritado.
Gritó más que Nadie. Más que el trueno y el rayo, más que una madre desesperada de amor.
Hasta hacerle temblar a la tierra, hasta romper los cielos. Hasta que la garganta se le hizo sangre. Hasta que los mares se salieron de las orillas. Hasta explotar todos los tímpanos del mundo.

Pero Nadie le oyó.

Porque todos gritaban a la vez  desesperados y ninguno se oía.

Excepto los que dormían agazapados entre papeles en cajas blindadas de los paraísos fiscales de Suiza de Andorra, del fin del los mundos, que tan canallas eran.
Sólo les quedó la opción de dormir.

Toda la producción se había paralizado y no les quedó otra esperanza ni otra compañía que la muerte.


Imagen: El Grito, de Munch

jueves, 21 de febrero de 2013

Reencuentro




Nunca antes en la vida se habían visto.
Así que se miraron profundamente a los ojos hasta perderse el uno dentro del otro. Visitaron sus paisajes, jugaron las flores amarillas de sus primaveras, corrieron los montes de sus propias fantasías y las sombras de sus amaneceres.
Después se besaron.
Y nunca más se volvieron a separar.

….Hasta que les atravesó aquel rayo de tormenta y se  reencontraron nuevamente en el paraíso.

Fotografía: S. Melgarexo

lunes, 18 de febrero de 2013

Las huellas del viento



Te dije que no vinieras. Te lo dije. Y no me hiciste caso.
Hasta que el cántaro empezó a perder agua, perder agua, perder agua,  perder agua.
Se hizo río y luego playa.
No me quisiste escuchar.
La playa se desbordó hacia la tierra y hasta los montes quedaron arrasados en sus picos más altos.
Nada ni nadie se salvó.

Por eso tuve que pegar el salto hasta la luna.
Es desde allí que te miro.
Y no te reconozco.


Fotografía: Las huellas del Viento.
Autor: Xuán Rata

jueves, 14 de febrero de 2013

Caminaban a solas

Caminaban a solas.
La una era ella.
El otro era su miedo.
La otra era su sombra.
El otro su verdad.
Otra su rabia contenida.
El otro sus asuntos.

Cuando todos quisieron hablar al mismo tiempo, el mundo entero estalló en palabras.
Nunca llegaron a un acuerdo.


Imagen: Tosar

domingo, 10 de febrero de 2013

Cuando llegó la hora




Cuando llegó la hora del olvido una espesura gris envolvió todas las montañas del mundo.

Y los harapos que dormían en las aceras se pusieron a tiritar de frío.


Los edificios temblaron.
Los hogares temblaron.
Y toda la caridad del mundo corrió despavorida por las alcantarillas de la vieja ciudad huyendo de la muerte.
Sólo sobrevivieron los ladrones.
Pero ya no les quedaba nadie a quien robar.

Y así fue como la humanidad se acabó para siempre en el mundo.


Fotografía: Luis Sam



jueves, 7 de febrero de 2013

Nos podéis mentir, pero no nos podréis engañar




Ateridas de frío hoy me lloran palabras,
negras,  desgajadas, embusteras, palabras de mentira, de plástico, de nada.
Palabras de lodo y cieno.
Mentiras podridas, asquerosas, delincuentes, extrañas.
Palabras que nunca se debieron pronunciar para mentir a un pueblo que llora desahucios dormido entre cartones
un sueño que nunca jamás le debieron permitir.

Ladrones
sin vergüenza en la cara
ni dolor de corazón.

Decid la Verdad en honor de aquellos que jugaron limpio.
En honor de todos los honestos.
Confesad
para que al menos se os abran las puertas a la honra
y nos devolváis el orgullo de sentirnos justos
a la hora de mostrarnos al mundo.

Quiero dejaros claro, que podréis mentirnos.
Pero no nos podéis engañar.

Que nada es para siempre y que algún día en algún momento brillará la Justicia con todo su esplendor.




Fotografía cogida de Internet
Título: Fin del recorrido