domingo, 21 de septiembre de 2014

Se me parte la entraña



Se me parte la entraña en su tortura.

Se me parte. 
Se me parte
Herido de muerte la Bestia que me seduce a sangre y fuego.
Mitad dios, mitad hombre, mitad fiera.
Dignidad,
se me parte la entraña,
el alma se me parte.
 El animal lo sabe
y sufre en su dignidad encadenada.
Sacrilegio.

En sus ojos,
azabache vestido de negro
y una lágrima despierta las tumbas de los que hace tiempo que fueron.
No mates al morlaco.
Mata mi corazón tan castigado ya y herido.
 Me duele su dolor.
Su dolor me duele.
Y la entraña se me parte.



domingo, 7 de septiembre de 2014

Murió Candela



Murió Candela
La del vestido blanco de volantes y encajes
con sus claveles rojos y su perfume atormentado.
Hija de la campiña.
Fuego devorador.
Murió

Murió de tanta vida
y tanto amar
de tanto de todo, tanto,
murió Candela,
y sus amantes
la lloraban a escondidas por las calles antiguas  con sus esquinas rotas.
Copas de manzanilla
dormitaban ociosas sobre el mostrador,
abrasando gargantas,
intentando olvidar lo inolvidable.

Yo te lloré Candela por esos arrabales
Candelaria
Por tus noches de fuego y luego de tortura
Que no hay nada en la vida que la vida perdone, nada, Candela,
NADA.
Te fuiste
para volver con los pies por delante.
Hoy te lloro, Candela mía
Hoy te lloro.
Lloro tus pies mojados.
Tu locura.
Qué otra cosa mejor puede hacerse en la vida
sino estar locos.