miércoles, 30 de marzo de 2016

La Buenaventura


–Anaïs....Anaïs....Despierta...

–Me llamo Silencio y soy tu Ángel.
Vengo del monte de Orola para decirte la Buenaventura.
No se lo cuentes al campo, ni a las hojas, ni a la noche cerrada, porque has de saber que todo lo malo viene solo.
Yo te contaré lo bueno.

–Caminas envuelta en velo blanco de novia adornado con una corona de violetas que se derraman al mirarlas .
Vestida con tu piel.
 Bañada por la luna, hasta llegar a un campo de naranjos  y un lecho de nardos que preparó el poeta.

No se lo digas al campo.
No se lo digas.
Una lechuza de ojos redondos espía la noche y no quiero que rompa el hechizo.
-Estoy temblando

-No tiembles alma mía.
El niño que duerme dentro de tus ojos, se podría despertar.

–Sigue diciéndome la Buenaventura. ¿Adónde fue el poeta?


–Otro día Anaïs, otro día
te hablaré del poeta.
Ya se acercan sus pasos. Los oigo.
Los siento llegar.


Imagen: Xi Pan

jueves, 17 de marzo de 2016

Camino del Puerto



                      Cuando a punto de amanecer, me sacudo las sábanas, 
me pongo el vestido rojo, 
y salgo camino del puerto huyendo de mis sombras, 
la luz del día se enciende de colores, 
las voces de los barcos me llaman quejumbrosas, 
y los viajeros del mar salen alegres a recibirme.
              Y no sé lo que quiero, 
y no sé lo que busco, 
y no sé lo que miro.
             Mis sueños jalean mi cabeza como mariposas en celo.
             Pero no te veo amor.
             No te encuentro.

                                                 Pintura: S. Melgarexo
Técnica: Óleo sobre tela
Medidas 70 . 70

miércoles, 9 de marzo de 2016

Mañana de lluvia


Fresca húmeda y radiante ha amanecido la mañana.
Llueve sin parar, y el cielo, de tanto oscurecerse,
ha perdido su azul.
Llueve sobre los cantos y los cánticos.
Sobre las aceras, sobre mis pasos y mis gritos y las hojas de los árboles se dejan caer sentimentales, lánguidas, ociosas,
Se piensan que son lluvia.

Llueve el acanto.
Llueven las hojas amarillas del durazno y ramos de fresas coloradas abrazan tu garganta formando collares de coral.

-¿Te das cuenta de que vas desnuda cantándole a la lluvia?
-Qué me estás diciendo.
-Como lo oyes, vas caminando desnuda bajo una tromba de agua que parece que se esté cayendo el cielo.
-Llevo puesta mi piel: ¿Acaso no lo has visto?
-Las gotas de agua se derraman sobre ti como hermosos diamantes que te estuvieran regalando los ángeles.
-Buscas ruborizarme
-Busco beberme el agua que te moja.
Alegrarte las noches.
Y cubrirte de miel y de perfumes……….

Cae una lluvia cansina, lenta, sin ninguna prisa,
como queriendo convertirse en Tierra.
Penetrarla.
Germinarla.
Empaparse en ella sin que la más mínima partícula pueda quedar sedienta.

-Duérmete

Pintura de Ksenia

viernes, 4 de marzo de 2016

En la habitación de al lado




He encendido las brasas en la habitación de al lado y dejado mi puerta abierta para que sepas que estoy aquí,
junto a la lumbre,
esperando que vengas y me dejes calentar tus pies con las palmas de mis manos.

Llueve sin parar sobre las azaleas
y las llamas que encendí para cuando llegaras
crepitan sin parar.

Mi mesa está sembrada de licores, mi habitación de esencias.
Y he llenado de música mi casa para que todo esté bien cuando aparezcas.
La lluvia se deja deslizar por la apertura de la chimenea.
Quiere apagar la lumbre.


Pero no dejaré extinguir este fuego que me acelera el alma y la conciencia.
Ven.
Arde París.
La noche es nuestra.




 Título: En la habitación de al lado
Pintura: S. Melgarexo
Óleo s tela: 70 x 70